El Génesis, Nuestra historia



La Historia de Génesis
En el momento que se despliega el universo comienza el tiempo,  y millones de seres espirituales comienzan a recorrerle, algo que el hombre aún no puede comprender. El tiempo y el espacio son algo nuevo, pero los seres espirituales  son inmutables al tiempo, solo que no pueden recorrerle más allá de la expansión, en cambio para Dios solo es como un bloque con principio y fin y puede acceder a él en cualquier lugar. 
Cuando el universo estuvo creado en el día sexto contando desde que la piedra de fuego se desplego, Jehová Elohim crea los hombres les manda crecer y multiplicarse, y viendo que todo estaba terminado en perfección, reposó el día séptimo. Son los guardianes quienes bajo el mando de un Hijo de Dios, Lucero, la estrella resplandeciente de la mañana, el Querubín Protector, toman el cuidado de la creación, hasta el regreso de Jehová. [1]
Para cuando Jehová salió del día de reposo y volvió a la tierra, la creación había evolucionado y llegado a su madurez, especies completas habían desaparecido, otras habían mutado y una había tomado el control del planeta, tal su mandamiento. Su inteligencia le había hecho superior, el hombre era ahora el rey de la creación, hermoso, perfecto en la supervivencia del cuerpo, ninguna especie podía superarle, podría ir a cualquier universo y conquistarle.
Su guarda fue un ser especialmente bello, sello de la creación espiritual, tan cercano a Jehová Elohim, que paseaba entre las piedras de fuego. Satanás estaba orgulloso de su misión y orgulloso del hombre al que había protegido, que ahora esperaba su recompensa, algo que ningún ser espiritual podía alcanzar – Ahora pediré a Jehová  un cuerpo, y seré como los dioses – decía,  pero ocurrió algo que nunca había esperado.

La creación del hombre
Las aspiraciones de Satán eran muy simples, solo quería un cuerpo que sería eterno gracias al árbol de la vida, tendría todo el conocimiento y la sabiduría comiendo del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, cosa que al ser espíritu  no podía hacer, y así sería como Dios, y podría ocupar su trono. Pero tomo Jehová del polvo de la tierra, de la raza de los hombres a uno de ellos y le trasfiguró. Sopló de su Ruaj sobre él y fue Adán un ser viviente, es decir un ser poseedor de un espíritu propio, que le permitió abrir sus portales de  percepción, para ver el infinito de la creación. El Edén se convirtió en la casa del hijo del hombre.
El revés que sufrió El Satán con esta creación fue tremendo, haber dado a una criatura inferior un espíritu divino, extendiendo su vida, más allá de la muerte, era para él un acto de desprecio. Satán nunca estuvo de acuerdo con el plan de Jehová, él rechazó a Adán desde el principio y trató de demostrar que esta creación pervertiría todo lo creado. De la misma forma que lo habría hecho él, porque él, si habría comido por su propia maldad, del árbol del conocimiento.
Satán a raíz de su investidura, no podía hablar con el hombre, entonces  contrató y uso otra criatura, un ser extremadamente inteligente para poner en marcha su proyecto. Este era un integrante de la primera jerarquía celestial, que protegía y cubría el Edén y sus integrantes: un seraphiym, llamado Diablo y mencionado en Ezequiel 28:12:

El hombre del Edén
Las criaturas terrestres, incluidos los hombres tienen una percepción muy limitada del mundo espiritual, de la misma forma que los seres espirituales tienen una percepción totalmente limitada del mundo físico. Adán fue concebido para poder percibir la realidad, de la misma forma que Dios las percibe, la realidad física y la realidad espiritual unificadas. La transferencia de conocimientos, la apertura de la percepción y la adecuación de su ADN fue una obra constante desde que Adán fue transferido a Edén.
Cuando Adán estuvo preparado para trasladar el soplo del espíritu a su descendencia, Jehová tomo de él una costilla – por ello tenemos una costilla menos que cualquier homínido – e hizo a Eva, la varona. Estos poseían una característica única, podían percibir toda la realidad temporal y atemporal, física y espiritual, podían atravesar portales dimensionales, y comunicarse con cualquier inteligencia, con cualquier nivel de inteligencia y sabiduría, y tenían autoridad sobre toda la creación, autoridad total, autoridad Divina, por ello Eva pudo percibir esta criatura espiritual, una “serpiente de fuego” le pudo escuchar, le pudo responder y pudiendo hacerle callar y aún eliminar, se subyugo y comió del árbol del conocimiento. Debemos  recordar que ningún ser espiritual, puede tomar y comer del árbol del conocimiento, porque este árbol es parte de esta creación y de este cielo, y se necesita un cuerpo físico para poder hacerlo y esto es lo que quería Satanás, tener un cuerpo para comer del árbol, y ser como Dios. La prohibición de comer de él, no solo era para el hombre sino para todo ser creado.
Aquí está el relato bíblico:
Eva percibió la llegada de un serafín, una voladora serpiente de fuego, que se acercó y le dijo: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?  Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.  Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”
Esta es la terrible historia de nuestra caída. La serpiente había cumplido su parte, ahora como diablo y por orden de Dios sería enemigo de la mujer, quien la tomaría para hacerla caer, y la mujer pisándole la cabeza sería madre de profetas y madre del salvador.
El Satán había cumplido su plan, el hombre fuera del Edén moriría en poco tiempo, y aunque él sería su tramposo guardián, el ángel de Jehová estaría siempre muy cerca de su creación tratando de entenderle y darle una nueva oportunidad.

La Historia de la raza Adámica en la tierra
Adán y Eva fueron transferidos a la primera tierra al oeste del paraíso, donde vivirían con cierta protección, aunque sin aquellas cualidades que en un principio les había conferido. Allí Eva parió su dos primeros hijos, Caín y Abel ellos mantuvieron el Ruaj, el soplo del Espíritu, por lo que la raza Adamica aún tenía esperanza.
Pero Satanás tenía un plan para destruir la descendencia del hijo del hombre, y Caín mató a Abel. Pero Jehová en vez de destruirle le envió fuera de esta primera tierra, puso una marca en Caín, para que ninguno que lo encontrase lo matara y salió Caín a tierra de Nod, donde conoció a su mujer y tuvo su primer hijo, Enoc.
¿Quién podría matar a Caín sino otra criatura muy parecida a él? ¿quién era Nod, sino otro patriarca pre-adámico?, ¿qué mujer fue la que conoció Caín para tener su descendencia? Todo, absolutamente todo indica que sobre la tierra ya existía una raza de criaturas de la cual Adán fue tomado, y ahora Caín su hijo volvía a ellos. Pero esta raza mixta a la que dio origen Caín mantenía en sus descendientes la Ruaj, el mismo soplo inicial, que hizo que aquellos hombres invocaran el nombre de Jehová.
Pero con el tiempo la vida sobre la tierra se había corrompido, Satanás había permitido que los hijos de Dios bajaran a la tierra como depredadores, luego tuvieron relaciones con las hijas de los hombres, los mutantes, los nefilim andaban por la tierra devorando a los hombres. La perversión, y la maldad llevo a que Jehová se arrepintiera de su creación, y le transfiriera a Satanás el poder y los medios para que él terminase con la vida del hombre al llegar los ciento veinte años. Así los demonios, los daemon, o los espíritus divinos, fueron puestos en su mano por el mismo Jehová, el verbo, o nuestro amado Jesús.
El diluvio eliminó toda la vida de la tierra, solo un pequeño grupo de personas y un santuario flotante de la creación había sobrevivido, allí comenzó nuestra historia, una historia en la cual El ángel de Jehová estaría a nuestro lado hasta el momento en que vendría a nosotros como el supremo nombre Jesús de Nazaret.
Las Leyes fundamentales no pueden ser abolidas por un ser inferior a Dios, el diablo no puede matarnos o eliminarnos en forma directa. Solo tiene una opción: apelar a nosotros mismos, quienes en definitiva nos destruiremos batallando estúpidamente a su lado.





[1] El universo se desplego si lo miramos desde el principio de los tiempos en siete días. El día sexto Jehová Elohim crea los hombres y luego reposa el día séptimo de 60 millones de años.  http://estodoreal.blogspot.com.ar/p/los-libros-de-la-biblia.html ) La constante de relación del inicio / actualidad es de 1,E 12 ajustada hoy a 7,E 11 si a esta constante la multiplicamos por los siete días mencionados en Génesis, da un aproximado de entre 4.900.000.000.000 y 6.000.000.000.000 de días (4,9 a 6 billones de días) o sea entre 13.600 y 16.000 millones de años. O sea, si miramos desde el principio veremos que han transcurrido 6 dias, si miramos de nuestra perspectiva 13.800 millones de años, todo relativo a donde lo miremos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario